Matriz IVA

Los absurdos tributarios son algo cotidiano con lo que se encuentran muchos empresarios. Los reglamentos no solo son confusos, sino que además suelen ser interpretados de forma diferente tanto por los empresarios como por los trabajadores de las delegaciones de hacienda. Una de las formas de luchar contra los absurdos actos jurídicos es unificar los tipos sobre la base de unos criterios claros y sencillos de comprender. Hasta ahora se ha prestado más atención al impuesto sobre el valor añadido. Y aunque es complicado esperar unas condiciones IVA homogéneas, las últimas regulaciones hacen que la gestión de una actividad económica sea más sencilla.

Unificación

Los nuevos reglamentos que entraron en vigor el 1 de abril de 2019 (fecha bastante desafortunada) deben unificar los tipos de IVA de todos los productos clasificados en un mismo grupo. A los empresarios y consumidores todavía les espera mucho en este próximo año, cuando se han planificado las siguientes unificaciones de los tipos impositivos. Hasta la fecha se han concentrado en el sector alimentario, incluyendo el de la industria transformadora. El proyecto establece la adopción de un tipo impositivo unificado para los productos clasificados en una misma sección. Por lo tanto, no existirán diferentes tipos para frutas nacionales e importadas.

La matriz IVA también debe funcionar en el sector de la panadería. Hasta hace poco se diferenciaban los tipos del pan en función de la fecha de caducidad. Los diferentes tipos impositivos también existían en el caso de las especias: el kétchup y las salsas preparadas estaban incluidos en un tipo más bajo que la mostaza, tan popular en las mesas polacas. Ejemplos conocidos por empleados de plantas de transformación y gastronómicas hay más. Los dos anteriores parecen indicar claramente un problema.

Cambios del valor de los impuestos

El proyecto del Ministerio de Finanzas no solo establece una mayor transparencia en los tipos, sino también una menor carga fiscal en los próximos años. Con los tipos actualmente vigentes, el próximo año la carga fiscal será reducida en un punto porcentual (por ejemplo, del 23% al 22% y del 8% al 7%). Algo importante, en el caso de un cambio necesario del tipo en un grupo de productos, el legislador debe aplicar el principio de igualar por debajo. En otro grupo de productos, como los productos lácteos, los huevos, los frutos de cáscara, la carne y productos derivados o las frutas, debe estar vigente un tipo del 5%.

Mientras que los productos populares y generalmente disponibles deberían abaratarse, las mercancías de lujo, como consecuencia de los cambios en el impuesto IVA, se volverán aún más costosos. El incremento del impuesto incluye, entre otros, a productos poco conocidos como pulpos, bogavantes, caviar, cangrejos y otros crustáceos, así como invertebrados acuáticos y productos derivados y platos preparados que los incluyan en su composición. Otro grupo de productos cuyo aumento de precios será apreciable son los zumos de frutas y verduras distintos al 100%. El cambio de tipos debe influir en primer lugar en las decisiones de los consumidores (retroceso de las bebidas con gas y los denominados néctares) y unificar el tipo de las bebidas frías, que no sean zumos, con el valor del impuesto aplicado al café o al té.

Mayor transparencia

Deben ser una facilidad para los empresarios una sistemática más clara y una menor cantidad de tipos impositivos. Los anexos a la ley deben incluir menos posiciones que hasta ahora.

Aunque la matriz IVA despierta más emociones para los productos alimentarios, los cambios de los tipos unidos a su unificación también incluyen a otros artículos, como la electrónica, artículos de higiene, prensa, libros o juguetes. El valor de otros, como la leña, no debe sufrir cambios. A fecha de hoy es difícil predecir cómo influirán estos cambios en el funcionamiento de las empresas, así como la magnitud de los ingresos en el presupuesto.